Cuando hablamos de cerdo ibérico, es muy difícil pensar en una sola parte de su cuerpo que no se aproveche, y es que del cerdo…¡Nos encanta todo!. Normalmente, las mejores partes del cerdo suelen ser las costillas, la panceta, el lomo, las patas y el morro. En Julián Martín os explicamos para qué se utiliza cada una.
- Costillas: en este caso no hay lugar a dudas. Las costillas, como su propio nombre indica, provienen de las costillas del cerdo. Se pueden comer como más guste: a la parrilla, en guisos…aunque en otros países, como Estados Unidos, se suelen presentar con salsa barbacoa
- Panceta: la panceta de cerdo es otro de los alimentos que nunca falta en una buena tabla o en cualquier barbacoa. La panceta se obtiene de las capas que se encuentra bajo la piel del cerdo. Si hablamos del tocino, lo podemos usar como ingrediente en el cocido.
- Lomo: esta carne se extrae directamente de la zona situada en el lomo del cerdo, de ahí su nombre. Se encuentra entre el espinazo y bajo las costillas. Con la cinta de lomo, podemos preparar filetes asados y también el famoso lomo ibérico, uno de los embutidos menos manipulados que existen. Bastará con condimentar la carne al horno, embucharla y dejar que se cure unos meses.
- Morro: se extrae de la cabeza del cerdo y se come asada en forma de tapa. En algunas zonas es lo que se conoce como “jeta” y la podemos encontrar en bares de toda España.
- Jamón: qué vamos a contar del jamón que no sepáis. Además de que es todo un manjar y de que es el producto estrella de la gastronomía española, saber que proviene de las patas traseras de los cerdos ibéricos. El jamón ibérico, a diferencia de otros que provienen de cerdos de raza blanca, es mucho más jugoso gracias a las infiltraciones de grasa en el músculo. Según la alimentación del cerdo, pueden haber varios tipos: de campo, de cebo y de bellota, siendo este último el de mejor calidad.
- Paletas: al contrario que el anterior, las paletas vienen de las patas delanteras de los cerdos. Su sabor es algo más intenso que el del jamón.
Estas quizá sean las partes más utilizadas o apreciadas del cerdo, pero existen otras partes, conocidas por todos, que resultan igualmente exquisitas, como por ejemplo el chorizo o el salchichón.
Después de ver todo lo que podemos aprovechar del cerdo, ¿Con qué parte os quedáis? ¡Es difícil elegir cuando todo es un manjar! Pero sin duda alguna, seguro que más de uno se queda con nuestro producto estrella…¡El jamón!