Cada vez nos gusta más hacer cosas que se alejan de lo tradicional. Está claro que te apetece ir a la playa, tumbarse en una hamaca, comerse un buen bocadillo de jamón ibérico y descansar unos días.
Sin embargo, también puedes disfrutar de otras alternativas para escaparte y disfrutar de nuevas experiencias. Algo que podrás hacer también en Enero.
Entre ellas, está el turismo rural, el cual da la posibilidad de reencontrarse con la naturaleza y vida del campo, el cultural y el gastronómico, considerado patrimonio nacional.
El turismo gastronómico
Poco a poco, la gente está más interesada en conocer los secretos de los alimentos que le gustan. Disfrutar de la experiencia que supone saber cómo se producen, ver las variedades que existen o compararlas y, por supuesto, deleitarse con los productos, es parte del atractivo.
Seguro que te suenan mucho las que se desarrollan en torno al vino, con visitas a bodegas y a viñedos. Algo parecido se está comenzando a hacer con el aceite de oliva. De hecho, ya puedes visitar almazaras y disfrutar de todas las variedades de zumo de aceituna que hay.
Pero ¿por qué quedarte solo con estos productos? ¿No te interesaría conocer también otros que, de hecho, te apasionan? ¿Qué te parece hacer turismo para ver cómo se produce uno de los alimentos más importantes en nuestra dieta? Y ¿uno de los que más fama dan a nuestra gastronomía?: el jamón ibérico.
JAMONTURISMO®
Con este fin, se ha comenzado a desarrollar “JAMONTURISMO®”, una posibilidad con la que, también durante estas fechas, se abren las puertas de par en par para disfrutar de este manjar y conocer hasta el más mínimo detalle de su producción. Y es que hacer turismo sobre el jamón Ibérico es una experiencia que siempre recordarás.
Serás conducidos desde la recepción por unos profesionales que te guiarán y te explicarán el proceso que se sigue para conseguir el mejor jamón ibérico, con todo su sabor y aroma. De esta manera, aprenderás los métodos que se emplean, los mismos desde hace más de ochenta años, conocerás cómo se cocina el mejor producto de la gastronomía mundial.
Pero lo más interesante es saborearlo y, para ello, un maestro cortador te hará que se te caiga la “baba” allí mismo , delante de tí y enseñándote cómo debes hacerlo una vez estés en tu casa. Y, después, viene lo mejor: la degustación. Disfrutar de todo su sabor, algo que, después de todo este viaje a través del universo ibérico, disfrutarás más que nunca.